Se terminaron las corridas falleras y
llega hora de hacer balance del serial.
Los aficionados a la Tauromaquia, en
general, son una panda de cenizos a los que les encanta ensalzar lo negativo y
mortificarse ahondando en ello. La realidad es bien distinta, digan lo que
digan “los taurinos” y los “antitaurinos”, estas Fallas 2018 son un
claro ejemplo de la buena salud, en todos los sentidos, que goza la Tauromaquia.
Un abono compuesto por siete corridas de
toros, una de rejones, tres novilladas picadas y una sin caballos ya es de por
sí una alegría. La asistencia de
público, como la de ningún otro espectáculo, ya el día 11 de marzo más de tres
cuartos de plaza, luego vendrían varios llenos ¡hasta con “el Valencia”
jugando!
Desde el punto de vista ganadero salió
buena la de Jandilla, interesante la de Fuente Ymbro, completas las de Cuvillo
y Garcigrande, e importantes las de Victoriano del Río y Alcurrucén. La “mala”
dicen que fue la de Juan Pedro, y cayeron dos Puertas Grandes ¡qué venga Dios y
lo vea!
En lo particular toros de nota Rosito
(Núñez del Cuvillo), Jarretero
(Victoriano) y Economista (Alcurrucén), este último para mi gusto "el toro de la
feria".
Ahora a esperar a julio para disfrutar de
más encastes, por estas tierras sabemos lo que significa para el ganado el
pasar una primavera más y es muy distinto el toro que pedimos en La Feria.
En cuanto a los coletudos, todos los días
se vieron detalles de interés, la frescura de Román, el paso adelante en el
toreo de Álvaro Lorenzo, los hondos naturales de Garrido, la ambición de
Colombo, la maestría de Antonio Ferrera… caso a parte Roca Rey, con un par más como él
no cabemos en las plazas.
Luego han estado las Fallas de Enrique
Ponce, ¡por fin profeta es su tierra!. Empezó con una tarde rotunda, faena
importante a su primero en el que el presidente enervó al respetable negándole
premio y en la que luego demostró por qué lleva tres lustros en la cumbre.
Emocionante tarde la que nos regaló el de Chiva.
Terminó, a sus casi cincuenta años, ya con
la feria hecha y sin nada que demostrar a nadie, echándose la feria a los
hombros. Tarde para soñarla, ese día no toreó, ese día acarició….
Lo dicho, digan lo que digan “los
taurinos” y los “antitaurinos”, estas Fallas 2018 son un claro ejemplo de la buena
salud que goza la Tauromaquia. ¡Alegria!