Otra vez caímos en su trampa, les estamos dando la razón.

Al contrario que otras muchas disciplinas artísticas y mal que les pese a muchos la Tauromaquia hasta la fecha es de los pocos hechos culturales que subsiste con cierta “salud” sin necesidad de ayudas públicas. Es más, en la mayoría de los casos subsiste pese a las administraciones quienes no solo graban con los pertinentes impuestos establecidos para todas las empresas sino que incrementan sus ingresos exigiendo a los organizadores de espectáculos taurinos tasas adicionales, el famoso “canon”, por la puesta en marcha de estos eventos.

El cine y el teatro dependen de las ayudas públicas para subsistir, la mayoría de las producciones que se realizan en España son inviables  si no cuentan con fondos de las distintas administraciones. El Palau de la Música de Valencia o el Palau de les Arts Reina Sofía donde se celebran conciertos de música clásica y Ópera, por citar dos ejemplos conocidos por mí, son absolutamente ruinosos y el mantenimiento de los espectáculos que allí se celebran suponen anualmente un importante desembolso a la Generalitat Valenciana.

Mi postura sobre las ayudas públicas, las subvenciones, en general es estar en contra. El estado debe encargarse de mantener el sector público y de garantizar que el sector privado tenga un marco legal que le permita operar con libertad y seguridad interviniendo en él lo mínimo posible. Dicho esto y dado que se “despilfarra” dinero público  en muchos asuntos de cuestionable rédito para la sociedad lo que menos me molesta que se subvencione es la cultura.

Ahora bien, si se subvenciona la cultura que se subvencionen todos los eventos culturales y no se discrimine en función de absurdos prejuicios, gustos particulares o amiguismo. Si se defienden las subvenciones a la cultura como algo necesario para la sociedad, cosa que entiendo, no se puede discriminar.
 
Resulta que quienes piden por un lado subvenciones para cine o  teatro, por otro se las niegan a la Tauromaquia, inclusos quienes se posicionan supuestamente a favor. “Que sea el mercado quien  regule si continúan las corridas de toros o no” cosa que me parece  bien como axioma a seguir, pero hagámoslo extensivo a todo al cine, la música, la pintura,  determinados dialectos autóctonos… que subsistan si hay respaldo social que los mantenga, que no los tengamos que mantener entre todos…

Es muy cínico negarle a los demás lo que se pide para uno mismo… eso fue lo que hizo el señor Toni Cantó el otro día en el Congreso, un actor reclamando subvenciones al teatro y exigiendo que no se le presten a la tauromaquia…

El sector taurino como vive acomplejado en lugar de revelarse les da la razón…mejor que no nos den nada, así no tienen esa excusa para atacarnos”…

¡¡Otra vez más caímos en su trampa!! Que no haya subvenciones, pero si las hay para la cultura y los toros son cultura debemos de alzar la voz y reclamarlas, de otro modo les estamos dando la razón.

No sabía el lío en que se metía.

La intervención de ayer en el Congreso de Toni Cantó está levantando ampollas entre los anti-taurinos, “no seamos hipócritas” dijo en su intervención, “no hagamos demagogia” añadió en otro momento. No sabía con quien hablaba ni el lío en que se metía.

Alguien debía de haberle advertido que pese a que en España somos muy benévolos con los anti-taurinos en otros lugares no lo son tanto, en Francia se les considera como grupos altamente peligrosos y se les ha prohibido expresamente acercarse a menos de 1km a una plaza de toros por el peligro que suponen.  Si se consulta en la página de los terroristas más buscados del planeta por el servicio secreto americano figura un animalista entre los diez primeros, para que se hagan cargo del problema…. 


Advertido queda Toni Cantó de las consecuencias que para él pueden tener sus palabras, estos no se andan con niñerías. Yo no hago demagogia, ellos son así.

Sobre las palabras que pronunció en el congreso son las que son, ni siquiera son idea suya, como él bien indica está parafraseando a Fernando Savater. Es obvio que los animales no tienen ni los mismos derechos ni las mismas obligaciones que las personas, tener que explicar eso me parece absurdo…

Una granja de pollos no es un campo de exterminio como lo fue  Auschwitz, aunque continuamente se estén llevando pollos al matadero para ser "ejecutados"… ni se puede exigir responsabilidades a un zorro por “asesinar” una liebre, ni acusarle de canibalismo  por habérsela comido. Tampoco podemos acusar a una fábrica de insecticida de crear “armas de destrucción masiva” para el “exterminio” de insectos…  

Esos ejemplos son  absurdos, pero parece que hay gente que no lo acaba de entender. Equipararnos en derechos y obligaciones con los animales es ilógico y antinatural, no voy a demandar a una víbora si me pica por atentar contra mi vida, ni espero ser juzgado por genocidio cuando mato cucarachas.

Dicho esto, como dijo Toni Cantó y los anti-taurinos parecen no haber escuchado “nuestra brutalidad con los animales, con todos los animales, nos hace menos humanos

Intervención de Toni Cantó en el Congreso:

Hoy no es motivo de alegría, más bien de profunda tristeza

Hoy es un día importante para la Tauromaquia, se va a aprobar en el Congreso de Los Diputados una ILP para declarar este arte BIC (Bien de Interés Cultural), siguiendo el ejemplo de Francia. Con esto se garantiza el que no se pueda legislar en contra de la Tauromaquia, no se puede prohibir, negar el acceso a nadie a la cultura.

Dicho esto el día de hoy no es motivo de alegría, más bien de profunda tristeza. Hoy los aficionados a este arte hemos de salir a la calle a defendernos, no sé en qué sociedad vivimos pero empieza a preocuparme seriamente…. ¡a donde hemos ido a parar!

A unos les puede gustar la Tauromaquia o no, eso es del todo respetable, para gustos colores. Ni me meto ni me meteré en esos “fregados” nunca,  pero de ahí a tener que defenderla para su no prohibición…

El acceso a la cultura es  universal, más allá de ideologías o gustos particulares eso debería de estar fuera de toda duda, pero no, el pleno siglo XXI aún nos toca luchar por ella. No es algo nuevo que a lo largo de la historia, en especial en el pasado siglo, se haya perseguido a escritores, pintores, actores y artistas de todo tipo. El acceso a la literatura, la música o la pintura ha sido vetado, controlado e incluso prohibido en muchos casos… Korea del Norte, China, Cuba… son ejemplos actuales de ello… La Tauromaquia tampoco se libra, Cataluña o Ecuador son dos casos recientes donde se ha impuesto el ansia abolicionista de los enemigos de la cultura.

La Tauromaquia es un hecho cultural y como tal no debería de estar pasando esto… nuestros problemas deberían de ser otros, ¿qué hacemos mal para que se esté perdiendo la afición?, ¿qué hacemos mal para no llegar a los jóvenes?, deberíamos de estar preocupados porque o espabilamos o este legado se perderá…. pero debería “morir” por ella misma no por el arcaísmo de una prohibición…

¿Qué pensarán hoy donde quieran que estén Cela, Hemingway, Picasso, Dalí, Goya, Orson Welles, Alberti, Lorca….?