Retirada: no se puede defraudar lo que se ama…


Este año ha sido el último como matador de toros de un luchador, de José Pedro Prados  “El Fundi”, también de los hermanos Rivera Ordóñez.

El Fundi” es para mí un torero de los que siempre ha estado, no recuerdo su alternativa, para mí simplemente “estaba”. Francisco Rivera lleva mucho en esto, unos veinte años… al principio con su abuelo, Antonio  Ordóñez, de mentor le vimos crecer como novillero y luchar por hacerse un hueco entre “los de arriba". Lo de Cayetano ha sido otra cosa, me parece que fue ayer cuando llegó…

Cada cual tendrá su opinión sobre el toreo y las formas de estos tres hombres, eso es independiente, lo que es innegable es que han sido toreros y ser torero implica jugarse la vida “por amor al Arte”, en sentido estricto y literal. Por ese motivo, porque  aman,  entiendo que para quienes más duro ha sido tomar esta decisión es para ellos…. 

No podemos dudar que ellos aman y mucho, mucho más que cualquier otro, ese Arte que es la Tauromaquia, lo han demostrado, ellos se han entregado con verdad, con autenticidad a lo que amaban.

La retirada es dura, es amarga cuando se ama tanto… hay veces que precisamente por amor hay que tomar decisiones difíciles…  ellos saben lo significa torear, lo que es sentir esas emociones, esa pasión… ellos saben lo que pierden y que quizás jamás lo vayan a recuperar… no tengo duda de que aman y que como aman sufren por ello…

El dolor va unido al amor… por mucho que un torero ame y sienta su pasión si no puede, aunque quiera, darle todo su ser… es mejor retirarse, ¡no se puede defraudar lo que se ama!