¡Es lo que hay!

De un tiempo a esta parte a algunos sectores les ha dado por criticar las supuestas subvenciones que recibe la Tauromaquia. Bien, es legítimo criticar cualquier tipo de subvención, igual que lo es apoyarlas. A este respecto nada que decir.

El problema aquí radica en que no hay ninguna partida presupuestaria autonómica, ni mucho menos estatal, que dedique subvenciones directas a la Tauromaquia, ¡ninguna! Ese es un hecho fácilmente demostrable solo hay que consultar presupuestos que son públicos, las cosas son como son.

Pese a que la realidad es la que es algunos personajes públicos no hacen más que repetir, por activa y por pasiva, que el mundo del toro recibe al año alrededor de 600 millones de euros en subvenciones, cosa que es absolutamente falsa.  En el día de ayer  el blog “LosToros en el Siglo XXI” publicó un artículo que denunciaba estas mentiras. Algunos blogueros taurinos entre los que me encuentro, nos hicimos eco de ese artículo, todo de forma pública.

Pues bien, hoy me encuentro con que desde “Diario Progresista” se me acusa, junto a otras personas, de insultar y amenazar. Hablan incluso de agresiones.  Gracias a Dios es fácil demostrar quien miente y la falsedad de estas acusaciones. “Cree el ladrón que todos son de su condición”

El artículo que supuestamente insulta, injuria y promueve las amenazas es este: “¿Va a denunciar ANOET a éstos tres?” (enlace al artículo completo). Por otro lado podéis consultar mi twitter ( enlace a @maestrovalencia) donde encontraréis todo lo que dije al respecto, que fue bien poco por cierto.

Podéis compararlo con este otro artículo: “Insultos de páginas webtaurinas a cargos públicos y ciudadanos particulares” (enlace al artículo completo).  Ahora con objetividad, decirme quien está injuriando… es más, lo de insinuar el interponer denuncias  me parece una amenaza en toda regla…

Lo siento señores “progresistas” pero les digo lo mismo que ya dije a la señora Julia Otero. Ustedes mientan y falseen la realidad todo lo que quieran, pero por favor tengan la dignidad de no acusarme a mí de usar sus métodos.

Me consta que les molesta, pero vivimos en una democracia e igual que ustedes son libres de opinar lo que se les antoje yo también lo soy de hacer lo mismo. Resulta que yo también tengo el derecho de opinar y discrepar sobre lo que ustedes critican, especialmente si lo hacen de forma pública en medios de comunicación… por muy poco “progresista” que les parezca hay gente que tiene otras ideas… ¡Es lo que hay!