Durante las corridas falleras del año 2009 me comentaron que la Diputación no quería prorrogar a Serolo un año más como empresa adjudicataria de la Plaza de Toros de Valencia, que la plaza saldría a concurso y que se la llevaría Simón Casas.
En Julio hubo problemas con los carteles de la Feria, Serolo quiso incluir la desencajonada en el abono y no se le permitió…. No recuerdo exactamente lo que pasó, la cuestión es que llegada la Feria de Julio la misma persona me volvió a insistir que se marchaba Serolo y que se la iba a llevar Simón Casas.
Llegó el invierno y efectivamente plaza a concurso.Con prisas y mucho retraso salió el pliego en el que uno de los apartados otorgaba hasta 5 puntos a quienes gestionasen otras plazas de Primera o Segunda categoría en la Comunidad Valenciana. Llamé a quien me había informado en cuanto lo vi: “tenias razón, la plaza va para Simón. Le han regalado 5 puntos, solo hay otras 2 plazas de segunda y las tienen ellos, si le dan 5 puntos objetivos en el terreno de lo subjetivo ya verás…”
Efectivamente la plaza fue para Simón y sus socios. Desde entonces siempre me he fijado en la relación empresa-diputación, porque siempre me extrañó ver el sesgo del pliego.
La realidad es que el Diputado de Asuntos Taurinos, Isidro Prieto, tiene una relación muy cordial con algunos miembros de la empresa. En Valencia en la mayoría de los festejos se sitúa en el burladero de la empresa en lugar de en el de la Diputación, es más, es habitual verle por la TV en otras ferias Madrid, Sevilla, Nimes, Bilbao etc… con Simón o alguno de sus socios.
Estamos a 18 de junio y no hay carteles oficiales de la Feria de Julio. La empresa ya los ha anunciado en diferentes medios pero que oficial aún no hay nada. El pliego de condiciones obligaba a que los carteles se conociesen 50 días antes de la feria.
Lo que se ha anunciado es que se va a reducir el número de festejos mínimo exigido en el pliego. En su momento sumaron puntos adicionales incluyendo festejos extra en cada feria. La empresa no está llegando a cumplir el mínimo exigido e incumple más aún su propia oferta, oferta por el cual fue finalmente la adjudicataria.
Con la crisis actual puedo entender que la empresa trate de hacer más rentable su inversión en la Plaza de toros de Valencia, tiene un canon fijo bastante elevado y dado que no han sido capaces de atraer a las grandes figuras a esta feria es previsible la poca asistencia de público y que intenten minimizar sus pérdidas que ya tienen bastante.
Lo que no entiendo es el motivo por el cual la Diputación les permite incumplir su contrato de adjudicación de ese recinto. Como ciudadano espero que los organismos públicos cumplan con sus obligaciones contractuales y de igual modo que exijan a sus proveedores y adjudicatarios que los cumplan. Para eso están…. ¿no?
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