Duras estas palabras. Siempre que uno se enfrenta a un
toro de lidia está poniendo su vida en juego, siempre, pero hay tardes en las
que uno debe de arriesgar más si cabe. Esa es la línea que marca la
diferencia entre “las figuras” y el resto.
Juan Ortega es un torero de los pies a la cabeza, soy de los
que piensa que torero se nace y que él es Torero es innegable. Mañana, día del
Corpus Christi, una de las fechas más tradicionales del año taurino en Sevilla,
torea en La Maestranza.
Esperemos que en un futuro para Juan esta tarde no sea más
que una anécdota, un bonito recuerdo el haberse presentado de novillero en
Sevilla en tan sonada fecha. Pero ese futuro depende en gran medida de lo que
pase mañana….
Mañana no es día para lamentos, si los toros embisten hay
que cuajarlos y matarlos, no valen las excusas, no se puede fallar. Si el
destino nos deja sin toros… lo que le falte al toro ha de ponerlo el torero por
empuje, por valor, por… mañana no se puede fallar, porque mañana ha de ser una
simple anécdota.
¡Le encomendaremos al Santísimo Sacramento!
¡Le encomendaremos al Santísimo Sacramento!
Queda dicho!
ResponderEliminarY allí estaremos para disfrutarlo y contarlo.
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