De un tiempo a esta parte me sorprende muy gratamente la adaptación del Arte de torear a las nuevas tecnologías, se sigue a la perfección el pulso de la temporada y el sentir de los aficionados a través de foros, webs, blogs, redes sociales…
Con todas estas fuentes de información se deduce fácilmente que el sentir generalizado de los aficionados es la preocupación por el descastamiento del campo bravo, la pérdida de encastes y la falta de compromiso de las llamadas “figuras”. Con lo que estoy totalmente de acuerdo.
Se pide insistentemente a los toreros punteros que hagan un esfuerzo por no ceñirse a lidiar toros de un único encaste y se les reclama un mayor compromiso al respecto.
Bien, es todo una mentira. Como se suele decir, “el papel lo aguanta todo” o “las palabras se las lleva el viento”. Esto que dicen los autoproclamados “aficionados” no es más que un engaño, no lo sienten así, no es cierto.
¿Y por qué digo esto? Pues porque hoy en Sevilla ha lidiado Enrique Ponce y a través de Twitter he leído una serie de aberraciones contra su persona por parte de supuestos aficionados que me hacen llegar a la conclusión de que todos sus planteamientos sobre como mejorar en este Arte son falsos.
Llevo unos 28 años viendo toros de forma mas o menos consciente y en este tiempo he visto a Enrique Ponce matar todo tipo de encastes, todo, y en plazas de compromiso. Le he visto matar toros de Dolores Aguirre, de Samuel Flores, de Cuadri, de Vitorino, le he visto luchar por sacar a flote los “atanasios”, matar “Núñez”, “murubes”… hasta apuntarse a una de Miura para conmemorar el 50 aniversario de la cogida de Manolete siendo la máxima figura del escalafón, eso es un gesto.
Puedo afirmar que Ponce es el único torero que estando “en figura”, no por necesidad, ha hecho el gesto tan repetidamente de matar diferentes encastes, el único.
Ponce nunca se ha escondido, lleva más de 20 años anunciándose sistemáticamente siempre con la máxima figura del momento, desde Espartaco, Joselito o Rincón a Castella, Manzarares o “El Juli” con quien este año se ha anunciado de momento en Sevilla y Valencia. Pero se le pide más compromiso…
Hace no tantos años siendo ya Ponce la máxima figura del escalafón no encontraba problemas en medirse a “los gallos” con algún encaste “particular”, le recuerdo con Joselito y “los samueles”, por ejemplo.
De un tiempo a esta parte no encuentra “gallo” al que medirse en coso de interés si no es con bobo-toros. Los auto-aficionados le culpan a él olvidándose que la mayoría de “figuras” actuales nunca se han enfrentado a otro tipo de toro y él si. Olvidándose que donde el aficionado se lo pide, Francia o Bilbao, él sigue lidiando con “otras cosas” y el resto no…
Ponce ha hecho, siendo la máxima figura, exactamente lo que se supone que se reclama que hagan y siendo así se le critica, se le critica por lo que se debería de criticar a otros pero a él no, sus gestos le avalan. Se le critica por una falta de compromiso que otros nunca han tenido.
Independientemente de que pueda gustar mas o menos su forma de torear, que en eso no me meto, no reconocer ese compromiso por parte de Enrique Ponce deslegitima a mi entender cualquier otra opinión que me puedan dar sobre lo que se debe exigir a “las figuras” para mejorar la situación de este Arte, creo que todo lo que digan no es más que una mentira.
¡Que Dios le tenga en Su Gloria!
Hoy, lunes Santo, lunes de Pasión, ha fallecido en accidente de tráfico Don Juan Pedro Domecq Solis, Conde de Asalto, ganadero de reses de lidia.
No voy a ser un cínico y negar que su ganadería no atravesaba un buen momento y que es uno de los máximos exponentes del toro descastado actual. Tampoco voy a negar que la evolución y el grado de perfección al que se ha llegado con los toros del encaste “Domecq” se debe en gran medida a sus aportaciones.
No, hoy no es día para alabarlo ni para criticarlo, hoy es un día simplemente para encomendarle a Dios y pedirle que le tenga en Su Gloria.
Don Juan Pedro Domecq, ¡descanse en Paz!
No voy a ser un cínico y negar que su ganadería no atravesaba un buen momento y que es uno de los máximos exponentes del toro descastado actual. Tampoco voy a negar que la evolución y el grado de perfección al que se ha llegado con los toros del encaste “Domecq” se debe en gran medida a sus aportaciones.
No, hoy no es día para alabarlo ni para criticarlo, hoy es un día simplemente para encomendarle a Dios y pedirle que le tenga en Su Gloria.
Don Juan Pedro Domecq, ¡descanse en Paz!