“Los Taurinos” antitaurinos, hace ya dos años, durante el verano de 2008, publiqué una entrada en esta bitácora con el mismo título, hoy lo repito. Lo repito porque es en manos de “los taurinos” en las que está en juego este Arte.
Mañana, muy posiblemente, se ratificará en el Parlament de Catalunya la prohibición de la práctica del ejercicio artístico de la tauromaquia en tierras catalanas. Me parece una muestra total de intolerancia y una preocupante falta de libertad que los políticos catalanes lleven a cabo semejante atropello cultural. Con todo la realidad es que los distintos grupos políticos solo están intentado sacar rédito electoral sobre un hecho puntual. Sus intereses son meramente electoralistas, la verdad es que les trae sin cuidado el mundo de los toros.
Catalunya es una de las regiones más taurinas del mundo, que no se olvide que la ciudad de Barcelona llegó a tener activas tres plazas de toros, es cierto que la intencionada mala gestión de sus plazas ha llevado a la continua perdida de interés por parte de los aficionados de esa zona con el consiguiente cierre, sin necesidad de prohibiciones, de muchas plazas de toros, en Barcelona solo queda una abierta. Esa nefasta gestión que ha sacado al público de las plazas no la han llevado a cabo los políticos, a quienes ahora culpamos de todo, la han llevado a cabo los taurinos que han antepuesto sus intereses particulares frente al bien de este Arte.
La afición catalana es igual a la de todos los lugares del mundo. En Madrid, Sevilla, México, Bogotá, Lima, Nimes, Maracay, Toulouse, Bilbao etc… las plazas se llenan a rebosar el día que aparecen las figuras de renombre como José Tomás, El Juli, Ponce, etc y están medio vacías el día que actúan toreros sin interés, véase el aspecto de la madrileña plaza de Las Ventas muchas tardes fuera de feria. Barcelona tiene el problema añadido de que no tiene una feria, no tiene unas fechas tradicionales en las que la gente por inercia va a los toros, con lo que la respuesta de la afición catalana es mucho mayor a la de otras zonas.
La realidad es que en los carteles anunciados durante las últimas décadas en Barcelona se ven demasiadas tardes sin interés real para el aficionado. Con las plazas vacías, sin notar una presión popular detrás, es sencillo que los políticos quieran jugar su carta de “progres” arremetiendo contra este Arte, sienten que no tienen nada que perder y que algo ganarán. Si hubiese 20.000 almas cada tarde en la Monumental la votación de mañana ni se plantearía…. Pensemos entonces quienes son los culpables de todo, quienes han sacado al público de las plazas…
Piensen mañana quien es el gran beneficiado de todo esto… ¡qué asco!
Si, probablemente lo sea
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