A estas alturas de la vida poco me ilusiona, muy poco la verdad, hace años, no tantos, creía en muchas cosas pero la vida nos pone a cada uno en nuestro lugar y nos enseña a dejar de soñar. Las cosas son como son y no como queremos que sean.
He tenido muchos sueños en mi vida y me he ilusionado por muchas cosas que ahora sé nunca serán realidad.
La vida también me ha enseñado que lo que nunca hay que hacer es dejar de luchar, nunca podemos defraudarnos a nosotros mismos, nos lo debemos, si no creemos en nosotros nadie lo hará.
Mis ilusiones se centran ahora en que los que aún pueden consigan alcanzar sus sueños. Su ilusión es mi ilusión y espero que la suerte les acompañe. Espero que no se defrauden, que no me defrauden, que se sientan toreros, le planten cara a la vida y luchen, se esfuercen, porque siempre hay alguien que lo consigue por eso nunca hemos de dejar de luchar.
¡Que Dios reparta suerte!
Qué arte!
ResponderEliminarGracias
No seas agorero, que anda q no te queda vida por vivir.
ResponderEliminarAy, Maestro, ya estamos otra vez en plan nostálgico... Jamás hay que dejar de soñar. Porque si un sueño no se cumple, otro sí. Hazme caso, que yo también ando algo "des-soñadora" ultimamente. Pero todo pasa, todo debe pasar.
ResponderEliminarNuestros sueños han de ser esas pequeñas cosas que nos hacen vivir.
Ánimo chiquillo!!
Tranquila Enelredondel, si yo estoy muy bien. Simplemente soy realista.
ResponderEliminarTu todo bien???
Algo mejor que la última vez que me viste, Maestro. Pero esto es un camino muy largo. Por cierto, te vi la semana pasada en El Corte Inglés, pasaste por mi lado, pero como hablabas por teléfono, ni me oiste, jeje
ResponderEliminarUn beso
la que nunca lee tu blog, ejem, te ha leido...binito, si eñor...ya te dije que tienes buena pluma, de escritor eh!...
ResponderEliminarsi puedes ya me explicaras...aidontunderstanddddyuuuu
Como??
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