Surrealista

Surrealista ha sido la tarde de hoy en Sevilla, como lo lleva siendo todo desde que llegué a esta ciudad.

Surrealista es una corrida de toros sin toros.

Surrealista es que con la racha que lleva Don Juan Pedro Domecq, especialmente en La Real Maestranza, le sigan repitiendo.

Surrealista es que un torero como Morante, que hace unos meses estaba matando aquí la de Victorino, se apunte en una plaza de esta responsabilidad con este hierro, claro que también lo hizo en Las Ventas y allí le salió bien. Con su verónica consiguió emocionarme y hacer olvidar que aquello fue otro petardo ganadero.

Surrealista es que sabiendo lo que iba a salir por chiqueros me haya venido a verlo y además creyese que iba a suceder algo.

Surrealista es el público sevillano, semejante atraco se merecía protesta mayor que cuatro pitos en el arrastre. Más surrealista fue que ese público permitiese la lidia del quinto toro, manifiestamente lesionado en una de sus manos. Este mismo publico regaló una oreja a Sébastien Castella tras un pinchazo que parece nadie vio, pero créanme, ocurrió. Eso si, este público midió muy duramente el toque de clarines, "en la Maestranza no se desafina, ¡que se han creído ustedes!, ¡eso es así!"

Lo mejor los pares de Curro Molina, que arte tiene este torero.

2 comentarios:

  1. Fíjate que manera tan distinta de ver las cosas. Para mi no fue surrealista, sino un sueño, del que creo que no he despertado aún. Era mi debut en La Maestranza!!!! La verdad es que ese día, lo que ocurrió en el ruedo, me importó poco. Que no hubiera toros, me dio igual. Yo me quedé con ese silencio, con esos pasodobles, con ese ambiente. Cuando vuelva otra vez, podré criticar el ganado o las orejas "regaladas". Pero mientras, me quedo con lo que viví ese 26 de septiembre, a pesar de que en Sevilla ese día, nadie se acordó de Paquirri.

    ResponderEliminar
  2. Pues yo me quedo con un par de banderillas... algo es algo!

    ResponderEliminar