El toro manso da asco, no deja de ser un toro de lidia, con lo cual es inherente a su especie atacar, pero este lo hace cobardemente.
El manso es un animal que carece de honor, no va nunca de frente, embiste a la defensiva, no plantea batalla de igual a igual, huye de la pelea pura para atacar tomándose sus ventajas.
Un toro de lidia con condición de “manso” produce repugnancia, exactamente en la misma proporción que merece admiración uno bravo, uno valiente.
Hoy, como ayer en Burgos, unos mansos repugnantemente han hecho de las suyas en Calviá. ¡Que asco!
"Maestro" entiendo y comparto tu rabia e indignación, pero ni el toro más manso y cobarde, ni la rata de cloaca más inmunda es comparable a estos energúmenos salvajes y cobardes que merecen el desprecio más absoluto hacia ellos y todos aquellos que comparten sus ideas intolerantes y fascistas.
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