Este año, por diversos motivos he faltado a la miniferia del 9 de octubre en Valencia. A las novilladas no pude acudir por motivos profesionales. Gran idea reseñar los festejos un martes y miércoles laborables a las 5 de la tarde.
Al festejo del 9 de octubre, la verdad me plantee asistir. Después de meditarlo creo que no era digno el cartel que nos han presentado para una plaza como Valencia en una fecha, teóricamente, reseñada. Y después de lo visto en la Feria de Julio… decidí irme al campo ese día.
No he visto, pero he leído, sobre la cornada a Pedro Marín, me han dado escalofríos el leer las declaraciones del doctor Carbonell indicando que ha sido el percance más serio en esa plaza desde el de Curro Valencia.
Como he dicho no he visto este, pero si viví el pánico inicial tras las cornada a Curro y la consternación posterior. El desenlace final no ha sido el mismo, gracias a Dios, pero nos ha de hacer reflexionar sobre el mérito, muchas veces poco valorado, de todo aquel que se pone delante de un toro.
Creo que, de verdad, seriamente alguien ha de pedir responsabilidades a la empresa Serolo sobre su gestión en Valencia.
Lo ocurrido con el ganado el la pasada Feria de Julio ha sido un escándalo.
La elección de los novilleros para el concurso “Camino Matador de Toros” ha sido de juzgado de guardia, como se ha probado esto no ha sido una oportunidad, ha sido una tomadura de pelo para toreros y aficionados.
No es de recibo que a novilleros sin ninguna experiencia se les traiga así a una plaza de primera. En primer lugar por respeto a la categoría del coso y a su afición, en segundo lugar porque la inexperiencia de los lidiadores era evidente. Su ilusión les ha hecho afrontar con escasa preparación el reto, a unos como a Descals les ha servido para con mucha dignidad afrontar su realidad, a Marín ha estado a punto de costarle la vida.
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