Siempre me ha llamado la atención la historia de estos chicos que, desde su infancia, mezcla gloria y lujo con negros acontecimientos e importantes desgracias personales. Hay que reconocerles una cosa, son toreros, aman este Arte y se han entregado a él en cuerpo y alma, no se si para escapar en cierto modo a sus problemas personales y familiares o porque la llamada de la sangre tira…
Son hijos, nietos, biznietos, sobrinos, primos….. de toreros, en su casa por fuerza no se ha podido respirar otro ambiente, están vinculados a los más grandes Dominguín, Ordoñez, Paquirri… leyendas de este mundo…
La carrera de estos dos hermanos ha sido radicalmente distinta. Francisco lleva en esto desde muy jovencito, empezó de la mano de su abuelo, Antonio Ordóñez, que se dice pronto. Empezó con ganas y ambición, mucha ambición, su alternativa en Sevilla una declaración de intenciones, irse a portagayola muchas tardes otra, memorable la casta que demostró la tarde de “los samueles” aquel San Isidro en que Ponce y Joselito se retaron en quites, él en Madrid, ¡sí en Madrid!, fue quien triunfó aquella tarde…
De todo lo que he visto a “Fran” me quedo con una novillada, la mejor que he visto en mi vida, no solo por él, fue un conjunto aquella tarde, y él participó de aquello. Una mañana de marzo, no se hace cuantas Fallas pero aún fui con mi abuelo. Se presentaba Vicente Barrera en Valencia, alternaban con Manolo Carrión, toros, creo recordar, de Jandilla. Apoteósico, los tres a hombros junto al mayoral, torearon como los ángeles, a ninguno de los tres les he vuelto a ver torear así nunca, no se que pasó aquella mañana pero aún la guardo en el recuerdo. Francisco, de quien estoy hablando ahora, estuvo primoroso.
Con los años Francisco se ha venido abajo, ahora, salvo tardes puntuales, su querida Ronda, parece falto de ambición, afición no dudo que la tenga, pero ha perdido la garra de los primeros tiempos, una pena, pero es así…
La historia de Cayetano es diferente, entrado en la treintena está empezando su carrera, algo insólito. Su tío, Curro Vázquez, otro pedazo de torero, es quien lo tutela. Dura su papeleta, está “aprendiendo” el oficio con el toro y eso se paga. En los toros cuando algo se paga, se paga muy caro, se paga con sangre.
Poco se puede decir de su trayectoria, está empezando, solo que siempre que lo he visto ha rebosado torería, tiene un muy buen concepto del toreo y ha sabido dar la cara cuando ha tenido que darla. Confirmación en las Ventas este año en Beneficencia, sin haberse presentado como novillero, esos detalles Madrid se los cobra, le recibieron de uñas, salió el toro y puso las cosas en su sitio, para la sorpresa de todos triunfo.
Ha devuelto el glamour que le dio a los toros su tío Luís Miguel, algo muy positivo siempre que, como hasta ahora, el torero de la cara en la arena, el tiempo nos dirá cual es la historia de Cayetano como torero….
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