Cada vez conozco más sobre el mundo del toro en la calle y cada vez me parece que en ese mundo hay más gente que ama al toro. Pese a todo sigo pensando que en la calle no se puede honrar al animal como en la liturgia de la Plaza. Para esto ha nacido el toro bravo y para esto ha sido criado, para poder negar su destino en la arena.
Para mi el Toro, después del hombre, claro está, bueno…. claro está para todo el mundo menos para un antitaurino radical, pero ese es otro tema….decía, el Toro Bravo, después del hombre, es el animal que más respeto me merece.
Es un animal, para mi gusto, bonito, hermoso, que llegada su madurez afronta su destino, la muerte, con una ejemplar dignidad.
Ver un toro bravo, pero bravo sin reservas, pelear en el tercio de varas es uno de los misterios más grandes de la naturaleza. Ese toro después de la primera vara sabe que se le está castigando duro, después de la segunda sabe que se está dejando la vida en el caballo…. y una y otra vez, y otra… sabedor de todo ello, acude a la pelea valiente, consciente de que es preferible morir peleando antes que la humillación de la cobardía.
Verle repetir incansablemente tras los engaños, empujando con los riñones, metiendo la cabeza bien abajo, con la codicia de vencer a su adversario en cada embestida, luchar mientras le quede un ápice de fuerza….
Impresionante ver a un bravo en la plaza, herido de muerte, agarrarse hasta el último aliento de vida para plantar pelea… siento una tremenda pena y una tremenda alegría cada vez que asisto a la muerte de un bravo.
El indulto es el momento más grande de la Fiesta… aunque dudo si para el bravo el no morir después de no haber ganado su pelea será peor tortura que la muerte…
Impresión distinta me merecen los encierros “tradicionales” en los que se traslada al toro para ser lidiado en la plaza. Esa sí es una carrera entre “iguales” en la que hombres y animales no pelean, comparten sus miedos en veloz carrera, increíble la sensación de sentir a los toros de cerca, siempre pienso que el toro, conocedor de la crueldad del ser humano, sentirá algo parecido…. por la tarde, en la Plaza el Toro mostrará su verdadera bravura.
Enhorabuena, Maestro
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